
Se trata de un acúmulo de grasa que incluye un sobrepeso en la mascota. Una de las formas más visibles de saber si nuestra mascota está obeso es la visibilidad de las costillas. Si palpamos las costillas con dificultad o notamos un engrosamiento de piel que no sea característico de su raza nos encontramos ante los primeros signos de obesidad. Además la cintura se empieza perder su línea natural. ¡No te preocupes! Pregunta a tu veterinario y seguro podrá ayudarte creando un plan de nutrición que le permita a tu mascota (perro o gato) consiga su peso ideal.