Este es el recordatorio perfecto de que, aproximadamente, entre el 30 % y el 40 % de los gatos mayores de 10 años y el 80 % de los gatos mayores de 15 años, padecen enfermedad renal crónica.
Debido a que los gatos son expertos en ocultar el dolor, es bastante común que esta enfermedad se diagnostique en una etapa avanzada.
Estas son las primeras señales de alerta:
- Pérdida de peso
- Fatiga
- Falta de apetito
- Aumento de la sed y de la micción
Si observas alguno de estos signos, no dudes en pedir una cita y asegúrate de realizar los chequeos necesarios, incluso si tu gato parece estar sano.